Fin de año es una época llena de celebraciones que pueden afectar negativamente tu salud. A la alimentación menos balanceada, se suma el consumo de alcohol, el trasnoche y el stress de cumplir con todo, comer bien y manejar los presupuestos ¿Sientes que fin de año te abruma un poco?
Diciembre es un mes algo caótico. Despedidas de año de grupos de amigos, de la oficina, de clubes deportivos, amigos secretos, reuniones familiares, compras navideñas, organizar la agenda para ver a todos, si tienes hijos suma los paseos de curso, actos de fin de año y comienzos de las vacaciones… Basta con leer esto para notar la enorme carga que puede traer. Y encima es un mes con alta carga laboral para muchos. Una mezcla perfecta para generar stress en cualquiera.
Además, hay tentaciones como pan de pascua, galletas navideñas, muchos picoteos, comidas fuera de casa y también aumenta el consumo de alcohol y el clásico cola de mono.
¿Cómo podemos celebrar y cuidar nuestra salud?
Te dejo algunos consejos que te pueden ayudar.
1. Hidrátate: el consumo de alcohol y el calor de la época pueden deshidratarte. Preocúpate de tomar agua para contrarrestar este efecto y mantener tu cuerpo funcionando bien.
2. Ordena tu desorden: si sabes que en la noche o a la hora de almuerzo tendrás un evento donde probablemente no te alimentes saludablemente, preocúpate el resto del día de comer bien. Incluye frutas, carbohidratos complejos y proteínas magras para no dejar de lado tu nutrición y ayudar a tu sistema digestivo a funcionar con algo de normalidad.
3. No te saltes comidas: el pensamiento “hoy en la noche tengo un cocktail y seguro voy a comer harto, mejor no almuerzo o sólo como una ensalada” puede ser más contraproducente que útil. Si te restringes, vas a llegar a tu evento con hambre y ansiedad, y será mucho más difícil comer y/o tomar moderadamente. Lo aconsejable es alimentarte bien el resto del día e incluso comer una pequeña colación saludable antes.
4. Elige opciones más saludables: no se trata de reemplazar las comidas de celebración por alternativas “fit”. Come y disfruta lo que te gusta, pero si puedes, opta por las comidas menos procesadas e hipercalóricas. Por ejemplo, come ceviches, brochetas que tengan alguna verdura, evita el exceso de aderezos, trata de incluir frutas de verano y frutos secos en vez de papas fritas. Otras opciones más sanas son carnes como fiete, roast beef, carnes blancas y pescados preparados a la parrilla o al horno, en vez de fritas.
5. Mantén la actividad física: camina, sube las escaleras, pasea en bicicleta y si puedes, sigue entrenando. Moverte aunque sea poco, ayuda a compensar el mayor consumo calórico, a eliminar el stress y también a mantener tu cuerpo activo con el metabolismo funcionando mejor.
6. Planifica tus eventos: todos queremos ver a todos, cumplir los plazos laborales, las exigencias familiares y quizás incluso queramos aprovechar lo poco que queda del año para tachar de la lista alguno de nuestros propósitos para el año. Recuerda que eres sólo 1, no puedes hacerlo todo y estar en todas partes. Trata de calendarizar tus reuniones y espacios personales. Haz lo que alcances, y lo que no es urgente puede esperar hasta enero sin ningún problema. Recuerda que la vida sigue!
7. Disfruta: Son fechas para celebrar, para compartir con quienes quieres y para pasarlo bien. Si vas a comer o tomar más de lo normal, no pasa nada. Un exceso ocasional se neutraliza con sólo volver a la rutina. Una semana de 52, es estadísticamente irrelevante.
8. Duerme: la falta de sueño aumenta el stress al cuerpo, aumenta el apetito y altera la metabolización de las grasas. Es difícil dejar de trasnochar estas fechas, pero trata de dormir un poquito más en las mañanas, de no retrasar el sueño innecesariamente (por ejemplo mirando el celular) y si tienes suerte, duerme una pequeña siesta.
Las fiestas son hechos aislados y no tienen por qué ser un descalabro en tu salud. Disfrútalas responsablemente y luego, vuelve a tu rutina de entrenamiento y alimentación.
Escrito por: Pepa Canales