Correr es una de las actividades físicas más accesibles, pero también una de las que más dudas genera cuando se trata de hacerlo de manera cómoda y segura. Entender cuál es la forma correcta de correr sin lesiones puede ayudar a que cada paso se sienta más ligero, fluido y sostenible, especialmente si estás empezando o si has sentido molestias en entrenamientos anteriores.
Aunque no existe una técnica perfecta que funcione para todas las personas, sí hay recomendaciones ampliamente mencionadas por especialistas que pueden orientar hacia un movimiento más natural.
Adoptar ciertos hábitos como mejorar la postura, ajustar el ritmo o prestar atención a la pisada puede influir positivamente en tu experiencia al correr. No se trata de imitar una técnica rígida, sino de identificar qué pequeños cambios podrían ayudarte a moverte con mayor comodidad, reduciendo la tensión en músculos y articulaciones. Cada corredor tiene una forma única de moverse, y la idea es encontrar un equilibrio que se adapte a tu cuerpo.
¿Cuál es la forma correcta de correr?
La forma correcta de correr puede variar según la condición física, el historial deportivo y la comodidad personal de cada corredor. Sin embargo, muchos especialistas coinciden en que una postura estable, un movimiento relajado y una zancada natural suelen favorecer una experiencia más eficiente. En lugar de buscar la perfección técnica, lo ideal es enfocarse en sensaciones corporales que indiquen fluidez y control.
Durante la carrera, mantener el cuerpo alineado puede ayudar a que el impacto se distribuya de manera más equilibrada. Esto incluye evitar tensar los hombros, sostener la mirada al frente y permitir que los brazos acompañen el ritmo sin rigidez. Pequeños ajustes como estos suelen marcar una diferencia gradual en cómo se siente cada paso.
Otro punto relevante es la cadencia, es decir, la cantidad de pasos por minuto. Una cadencia moderada, acompañada de una zancada más corta, podría contribuir a un impacto más suave. Esta recomendación, que aparece en muchas guías de técnica, no implica correr rápido, sino encontrar un ritmo cómodo y constante que se adapte al cuerpo sin forzarlo.
Cómo alinear el cuerpo durante la carrera
Una alineación cómoda comienza por la cabeza y el tronco. Mantener la mirada al frente, sin inclinarla demasiado hacia abajo, puede ayudar a que la espalda mantenga su posición natural. El torso ligeramente inclinado hacia adelante desde las caderas, no desde la cintura suele generar un movimiento más dinámico y fluido, según distintas recomendaciones profesionales.
Los hombros también cumplen un papel importante. Cuando se tensan, el gesto de correr se vuelve rígido y menos eficiente. Por eso, una postura relajada, con los hombros sueltos y alineados, puede favorecer un braceo más natural. Al mover los brazos cerca del cuerpo, sin exagerar el balanceo, se logra estabilidad sin esfuerzo extra.
Finalmente, la zona del core aporta estabilidad al paso. Activar suavemente esta musculatura puede ayudar a mantener una postura firme sin necesidad de tensar todo el cuerpo. No se trata de correr “duro”, sino de sostener el movimiento con una base estable que permita que las piernas trabajen sin compensaciones innecesarias.
La importancia del ritmo y la respiración
El ritmo influye directamente en cómo responde el cuerpo durante la carrera. Un ritmo demasiado rápido puede generar fatiga prematura, mientras que uno muy lento podría dificultar encontrar una cadencia constante. Por eso, muchos corredores optan por iniciar con un paso moderado que les permita ajustar la intensidad según lo que vayan sintiendo.
La respiración es otra pieza clave. Respirar de forma rítmica y controlada puede ayudar a mantener un flujo de oxígeno constante y evitar la sensación de ahogo. No existe una técnica de respiración universal, pero alternar inhalaciones y exhalaciones sincronizadas con el paso suele ser una forma práctica de encontrar estabilidad.
Además, adaptar el ritmo al terreno, la distancia o la condición del día puede hacer que la carrera sea más llevadera. Escuchar al cuerpo y respetar sus señales permite sostener el entrenamiento por más tiempo, lo cual resulta particularmente útil en quienes buscan mejorar resistencia o correr con mayor comodidad.
¿Por qué importa conocer cuál es la forma correcta de correr?
Entender la importancia de cuál es la forma correcta de correr puede ayudar a que el entrenamiento sea más eficiente y agradable. Al conocer cómo se mueve tu cuerpo mientras corres, es más sencillo identificar hábitos que generan incomodidad o patrones que podrían ajustarse para sentirte mejor durante los entrenamientos.
Además, tener nociones generales sobre postura, pisada y ritmo puede favorecer una progresión más segura. Esto es especialmente útil para personas que están empezando o que retoman la actividad después de un tiempo. No se trata de correr perfecto, sino de moverse de una manera que resulte natural y respetuosa con las capacidades del cuerpo.
También importa porque permite disfrutar más el proceso. Al sentir que la carrera fluye sin tensión, muchas personas encuentran más motivación para entrenar con frecuencia. Y, con el tiempo, la constancia puede generar cambios positivos en la resistencia, la energía y la confianza al correr.
¿Importa el tipo de calzado para correr?
El calzado puede influir en la comodidad durante la carrera, aunque no define por completo la técnica. Unas zapatillas adecuadas al tipo de terreno, la forma del pie y la frecuencia de entrenamiento pueden apoyar una pisada más eficiente. La clave está en elegir un modelo que se sienta cómodo desde el primer uso y que no genere presión innecesaria.
Muchas guías sugieren considerar el nivel de amortiguación, el soporte lateral y el peso del calzado. Algunos corredores prefieren modelos más ligeros, mientras que otros optan por mayor amortiguación dependiendo de su estilo de carrera. No hay un único tipo correcto, pero sí opciones que pueden adaptarse mejor a tus necesidades.
Además, renovar el calzado cuando pierde amortiguación puede ayudar a mantener la sensación de estabilidad. Con el uso, las zapatillas se desgastan y cambian su forma, lo que puede afectar cómo se percibe cada paso. Por eso, es recomendable revisar su estado si comienzan a sentirse diferentes durante la carrera.
¿Cuál es la manera correcta de correr para quemar grasa?
La manera correcta de correr para quemar grasa puede ser útil para quienes buscan integrar el running en un plan de bienestar general. Correr a un ritmo moderado y constante suele permitir entrenar durante más tiempo, lo que podría contribuir a un mayor gasto energético total, siempre dentro de un estilo de vida equilibrado.
Muchos especialistas recomiendan mantener una intensidad donde puedas hablar frases cortas sin quedarte sin aire. Esto no solo hace más sostenible la sesión, sino que facilita escuchar al cuerpo y ajustar el ritmo de forma progresiva. La técnica cómoda ayuda a sostener la actividad por más tiempo, lo cual puede complementar otros objetivos de salud.
Finalmente, combinar ritmos suaves con sesiones de variación, como intervalos o cambios de velocidad, también puede ser útil dependiendo del objetivo personal. Lo importante es mantener una práctica constante, con descansos adecuados y una técnica que se sienta natural para tu cuerpo.
Bibliografía
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ASICS. (s.f.). Correct Running Form.https://www.asics.com/es/es-es/asics-advice/correct-running-form/
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Runner’s World. (2020). ¿Cómo saber si corres bien? Por Cristina Llibre.
https://www.runnersworld.com/es/training/a32695590/como-saber-corro-bien/