Reducir la grasa es posible cuando tus hábitos alimenticios y rutina de ejercicios ayudan a tu cuerpo a regular el consumo de comida según la cantidad de energía que gasta.
Por eso, te explicamos qué modificaciones en tu estilo de vida son necesarios para que logres tus objetivos.
Es importante que tomes tus actuales gustos y rutina diaria como punto de partida. De esta manera tu estilo de vida no resentirá los cambios que efectúes, porque habrás integrado gradualmente estas modificaciones.
¿Qué cambios debes hacer para alcanzar y mantener un peso sano?
- Disfrutar una buena alimentación.
- Diseñar una rutina de ejercicios que te permita reducir grasa.
- Ayudar a tu organismo a que aproveche al máximo los nutrientes que ingieres.
A continuación te decimos cómo generar estas modificaciones en tu estilo de vida.
1. Mejora la dieta.
Si por enfermedad o estética necesitas perder peso, puedes mejorar el proceso de perder peso haciendo ajustes en tu dieta.
Es más, para bajar de peso el cambio más importante está en la alimentación, dice Alexxai Kravitz , investigador del Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales de EE.UU. en entrevista con CNN.
De hecho, según Kravitz, la actividad física solo logra quemar entre 10% y 30% de las calorías que ingieres.
Las 7 claves para bajar de peso solo mediante lo que comes:
- Dale más espacio y regularidad al consumo de frutas y verduras altas en fibra.
- Diversifica tu fuente de proteínas (pescados, pollo o pavo de preferencia, huevo y legumbres; evita carnes rojas).
- Acompaña la comida con porciones generosas de vegetales de hojas verdes para que te sacies fácilmente.
- Prefiere arroz, pan y pastas integrales. No dejes de comer carbohidratos; simplemente reduce las cantidades y periodicidad.
- Consume lácteos bajos en grasa, como yogures y leches descremadas.
- Aumenta el consumo de agua a lo largo del día (muchas veces las personas confunden la sed con el hambre).
- Complementa tu dieta diaria con los suplementos alimenticios correctos, recomendados por un médico o especialista en nutrición.
Ahora bien, estos cambios en tu alimentación ayudan a que bajes de peso hasta cierto punto.
El ejercicio físico sigue siendo necesario para que tu organismo esté sano y para que los kilos que bajas no regresen.
2. Dirige el ejercicio físico según tu objetivo
Según explica en su portal la aseguradora Sanitas, toma en cuenta estas pautas en tu rutina de ejercicio regular:- 90 minutos de ejercicio al día te ayudarán a seguir perdiendo peso una vez que has cambiado tu tipo de alimentación.
- La actividad aeróbica (caminar, correr, nadar o montar en bicicleta, por ejemplo) es suficiente para mantener buena salud.
- Realiza ejercicios de fuerza y flexibilidad por lo menos 2 veces a la semana.
Si tienes alguna enfermedad que requiera consideraciones específicas, es necesario que antes de comenzar una rutina de ejercicios consultes con tu médico tratante.
Compartimos estas recomendaciones según el tipo de condición de salud que tengas:
Diabetes
Según el National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases de Estados Unidos, considera esto al momento de adoptar y realizar una rutina de acondicionamiento físico:
- Si eres insulino-dependiente, equilibra la actividad con tu dosis de insulina y comidas, pues el ejercicio reduce el nivel de glucosa en la sangre.
- Cuida tus pies con zapatillas deportivas cómodas y con soporte.
- Empieza gradualmente con 5 o 10 minutos de ejercicio al día y aumenta el tiempo semanalmente.
- Fortalece los músculos con pesas de mano, bandas elásticas o máquinas de pesas, siempre de manera gradual.
- Alterna con ejercicios de estiramiento como el yoga.
Hipertensión
El Programa de Actividad Física para la Prevención y Control de los Factores de Riesgo Cardiovasculares, del Ministerio de Salud, recomienda a las personas que padecen hipertensión:
- Realizar actividad aeróbica complementada con ejercicios de resistencia de baja intensidad. Esto mantiene baja la presión arterial.
Obesidad
Este mismo Programa del Minsal también ofrece estos consejos para personas con este trastorno corporal:
- Hazte primero un examen médico para evaluar el estado de tus articulaciones y tu columna vertebral antes de empezar cualquier tipo de ejercicio.
- Empieza con ejercicios de baja intensidad en lapsos cortos.
- Siempre es mejor que aumentes gradualmente la duración de la rutina y no la intensidad.
- Los ejercicios de fuerza te ayudan a fortalecer musculatura y articulaciones. Dale especial importancia a las actividades aeróbicas.
3. Complementa tu alimentación con suplementos nutricionales
Estos productos no son medicamentos ya que están destinados a suplir las deficiencias nutricionales complementando la alimentación diaria, además están elaborados con fibras e ingredientes naturales.El objetivo de los suplementos es ayudar a tu organismo a aprovechar los beneficios de una buena alimentación y el ejercicio físico. En especial, hay nutrientes que funcionan mejor como complemento de estas acciones, como es el caso de la L-carnitina que ayuda a quemar grasas corporales.
No obstante, si presentas alguna condición de salud es necesario que te asesores con expertos para saber cuáles sí puedes consumir y cuáles evitar.
Conclusión
Te felicitamos por tomar la decisión de generar cambios para bajar de peso y tener un cuerpo sano. Aunque no es solo cuestión de estética. Es también un tema de salud.Por eso, debes ser constante cuando inicies los cambios en tu vida diaria para mejorar tu alimentación e implementar una actividad física dirigida a tu objetivo.