Un ejemplo de proteína de rápida absorción es la proteína de suero de leche, siendo la proteína hidrolizada la más rápida. Estas proteínas son ideales para consumirlas inmediatamente después del ejercicio, ya que aportan aminoácidos al músculo de manera rápida. En el perfil de absorción medio tenemos las proteínas vegetales (trigo y soya) y las de huevo y carne.
Finalmente, algunas proteínas vegetales como la de arveja tienen un perfil de absorción más lento, y por supuesto la caseína, en sus distintos tipos, que es la de más lenta absorción. Este tipo de proteínas generan gran sensación de saciedad por lo que son útiles en dietas para control del peso o para evitar el catabolismo nocturno.