¿Conoces la importancia del zinc y la vitamina C para prevenir el resfrío? en este artículo te contamos todo lo que necesitas saber para proteger tu salud en otoño.
El sistema inmune es el encargado de proteger al organismo de las enfermedades causadas por virus, bacterias, hongos y otros agentes patógenos. Para que funcione correctamente, necesita de una serie de nutrientes que le ayuden a mantenerse fuerte y activo. Entre ellos, destacan el zinc y la vitamina C, dos micronutrientes esenciales que tienen un papel clave en la respuesta inmunitaria.
El Zinc
Es un mineral que participa en más de 300 reacciones enzimáticas del cuerpo, entre las que se incluyen la síntesis de proteínas, el metabolismo de los carbohidratos y la regulación de los genes. Además, el zinc es fundamental para el desarrollo y la función de los linfocitos, unas células del sistema inmune que se encargan de reconocer y eliminar a los microorganismos invasores. El zinc también tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, que contribuyen a reducir el daño celular causado por el estrés oxidativo.
La deficiencia de zinc puede provocar una disminución de la producción y la función de los linfocitos, lo que se traduce en una mayor susceptibilidad a las infecciones. Por el contrario, un aporte adecuado de zinc puede mejorar la respuesta inmune, reducir la duración y la severidad de los síntomas del resfriado común y prevenir las complicaciones derivadas de las infecciones respiratorias.
La vitamina C
Es un nutriente hidrosoluble que actúa como cofactor en varias reacciones bioquímicas del organismo, como la síntesis de colágeno, la cicatrización de las heridas y la absorción del hierro. Asimismo, la vitamina C es imprescindible para el funcionamiento del sistema inmune, ya que estimula la producción y la actividad de los anticuerpos, los fagocitos y los interferones, que son moléculas que ayudan a combatir las infecciones. La vitamina C también tiene efectos antioxidantes, que protegen a las células del daño provocado por los radicales libres.
La deficiencia de vitamina C puede causar escorbuto, una enfermedad caracterizada por sangrado e inflamación de las encías, pérdida de dientes, anemia, debilidad muscular y mayor riesgo de infecciones. Por el contrario, un consumo adecuado de vitamina C puede prevenir y aliviar los resfriados comunes, acortando su duración
El zinc y la vitamina C son mejores aliados para el sistema inmune, especialmente en otoño, una estación en la que se producen cambios bruscos de temperatura y humedad, que favorecen la aparición de resfriados, gripes y otras enfermedades respiratorias. Para obtener estos nutrientes, es importante llevar una alimentación variada y equilibrada, que incluya alimentos ricos en zinc como los frutos secos principalmente avellanas, almendras, mantequilla de maní , levadura de cerveza, semillas de zapallo y las legumbres; y alimentos ricos en vitamina C como el kiwi, los frutos rojos (arándanos, moras, frambuesas, berries en general), pimentones, brócoli y hojas verdes.
¿Por qué suplementarse con vitamina C y Zinc?
A pesar de su importancia, la última Encuesta Nacional de Salud en Chile reportó una ingesta diaria promedio de 52,5 mg/día de vitamina C en adultos, valor ligeramente inferior a la ingesta diaria recomendada, esta baja ingesta también preocupa en niños pequeños debido al bajo consumo de fruta y verduras.
Diversos estudios concluyen que la suplementación de vitamina C y con Zinc tiene una acción anti-inflamatoria, asociada a la reducción en la liberación de sustancias pro-inflamatorias mejorando la respuesta del sistema inmune. Por eso, es importante asegurar un aporte adecuado de vitaminas y minerales para evitar deficiencias que puedan causar problemas de salud.