Pelear contra los granos puede ser una tarea agotadora, apenas consigues eliminar una espinilla aparece otra en algún lugar ¡Ningún método parece ser efectivo! Pero sí existen formas efectivas de combatirlas, aquí te contamos cómo hacerlo.
Cuando una espinilla llega a la superficie ya lleva semanas formándose. Por eso si tu objetivo es mantener una piel libre de granos, la clave, según los expertos, es evitar la obstrucción de los poros y la inflamación antes de que se produzcan.
Primero lo primero ¿por qué salen los granos?
Un grano empieza a salir cuando los poros de la piel se obturan con un tipo de grasa llamada sebo que, en condiciones normales, lubrica la piel y el pelo. El acné es habitual durante la pubertad, cuando las hormonas se descontrolan haciendo que la piel produzca un exceso de sebo. Puesto que muchas de las glándulas productoras de sebo se encuentran en la frente, la nariz y la barbilla, esta área —la famosa zona T— es donde salen más granos.
Ahora ¡vamos a ello!
No te revientes los granos
Es tentador, pero hay más de un motivo por lo que no debes hacerlo: al reventarte un grano, puedes empujar material infectado hacia capas más profundas de la piel, provocando más inflamación y enrojecimiento e incluso haciéndote heridas que te pueden dejar pequeñas cicatrices permanentes.
Evita tocarte la cara con las manos o apoyarla en objetos que tienden a acumular sebo y residuos de la piel. Al tocarte la cara, puedes dispersar por ella las bacterias que hacen que los poros se inflamen e irriten. Para mantener las bacterias a raya, lávate bien las manos antes de aplicarte cualquier producto en la cara, como cremas de tratamiento o maquillaje.
Lávate la cara dos veces al día (no más)
Con agua tibia y un jabón suave fabricado específicamente para tu tipo de piel. Masajéate suavemente la cara describiendo movimientos circulares, pero no te frotes. Lavarse demasiado y frotarse la piel puede irritarla. El lavado debe empezar por la línea del cabello hasta llegar a la mandíbula. Recuerda lavar tu cabello de forma regular en especial si éste es grasoso.
Protege tu piel del sol
Puede parecer que el bronceado disimula el acné, pero sólo se trata de algo temporal. El bronceado puede empeorar el acné en vez de mejorarlo. El sol también provoca lesiones en la piel que, a la larga, favorecen la aparición de arrugas e incrementan el riesgo de desarrollar cáncer de piel.
Ponte un protector solar con un factor de protección solar (FPS) de por lo menos +15, incluso cuando esté nublado o no tengas pensado pasar mucho tiempo al aire libre. Si sudas mucho o vas a nadar, repite la aplicación de la crema protectora cada 1,5 a 2 horas (incluso si utilizas una crema solar que sea resistente al agua).
Elige una alimentación saludable
Evita comer alimentos grasos o picantes ya que dilatan los vasos sanguíneos generando que la piel se inflame. Otros alimentos que se deben evitar son: azúcar, lácteos y fritos, lo ideal es cambiarlos por vegetales.
Adereza tus ensaladas con un chorrito de Aceite de Oliva Extra Virgen. Así estarás aportando una buena dosis de antioxidantes a tu dieta, perfectos para lucir una piel tersa.
También es importante estar siempre hidratado, por lo que tomar mucha agua es ideal. El agua sirve de agente limpiador, se lleva todas las toxinas que no sirven.
Consumir bebidas alcohólicas puede provocar inflamación, poros obstruidos, granos y envejecimiento. Además, deshidrata la piel haciendo que parezca menos brillante y luminosa.