El consumo de cerveza después de entrenar es una práctica súper difundida y hasta instaurada como fija para algunos. “El tercer tiempo” o el “after” después de un partido, un cerro o hasta una carrera, es una oportunidad para compartir con nuestros amigos deportistas, celebrar o pasar penas, pero ¿sirve en verdad para hidratarnos?
Cuando nos ejercitamos la temperatura corporal aumenta entre 2 y 4 grados Celsius, y por eso sudamos. Es el mecanismo que tiene nuestro cuerpo para regular la temperatura, la transpiración forma una capa líquida en la piel que al evaporarse nos va enfriando. Mientras más intenso entrenemos y más adversas sean las condiciones ambientales (mayor temperatura y mayor humedad), más será la cantidad de sudor. Para evitar la deshidratación es fundamental reponer el líquido que perdemos. Debemos hidratarnos durante el ejercicio si son entrenamientos o carreras de más de 1 hora, y siempre después de entrenar.
A través del sudor no sólo perdemos agua, también se eliminan electrolitos como potasio y sodio por ejemplo. Estos pueden reponerse a través de la alimentación, con el consumo de sales o bebidas isotónicas.
¿Y la cerveza?
El consumo de cerveza post entrenamiento de fin de semana, o de la tarde durante la semana, está muy instaurado entre deportistas de todos los niveles. Ya sea después de una pichanga entre amigos o en la línea de meta de alguna carrera, podemos ver a deportistas tomando una cerveza helada que sin duda se disfruta, y harto! Pero ¿qué tan sana es esta práctica?
El argumento de muchas personas es que la cerveza es una buena alternativa de hidratación porque contiene carbohidratos y aporta sales minerales. Incluso hay diferentes estudios que lo avalan. Además, el consumo de cerveza tiene beneficios adicionales, como su aporte de carbohidratos, vitamina B y otros minerales.
Pero no olvidemos que la cerveza contiene alcohol. Y el consumo de alcohol tiene algunos efectos adversos en el rendimiento deportivo:
- Interfiere en el metabolismo de grasa y carbohidratos. El alcohol obstaculiza la asimilación de estas fuentes de energía al desplazarlas. O sea, el cuerpo asimila primero las calorías del alcohol, que no aportan nada más que energía, y no procesa otros sustratos que sí necesitamos. Esto es importante en el ejercicio porque afecta directamente en la reposición de glucógeno muscular dificultando la recuperación adecuada.
- Disminuye la síntesis de proteínas, que es esencial para que se generen adaptaciones y reparaciones en nuestros músculos. O sea, cada vez que tomamos alcohol después de un entrenamiento estamos disminuyendo en algún grado las mejoras en el rendimiento, sobre todo si el objetivo es generar hipertrofia muscular.
- Dificulta la hidratación porque como es vasodilatador aumenta la evaporación de fluidos y además, tiene un efecto diurético.
Entonces ¿puedo tomar una cerveza después de entrenar?
La cerveza tiene bajo contenido de alcohol, y si su consumo es ocasional y responsable no va a generar problemas en nuestro rendimiento deportivo. Pero no es la mejor fuente de hidratación inmediata.
Lo ideal es que después de entrenar o competir cubras tus necesidades nutricionales, consumas proteínas y carbohidratos y repongas el líquido que perdiste. Antes que una cerveza prioriza líquidos que te rehidraten y no afecten tu recuperación. Una alternativa muy recomendable son las bebidas deportivas que están especialmente formuladas para aportar todos los minerales y electrolitos necesarios para rehidratarte y favorecer tu recuperación. Hay diferentes sabores y son fácilmente portátiles.
Una vez que te hayas rehidratado y alimentado adecuadamente, puedes tomarte una cerveza y compartir con amigos sin afectar tu entrenamiento. Pero prioriza tu nutrición y recuperación. Si tomas la cerveza antes, tu cuerpo no podrá obtener eficazmente los nutrientes que necesita y vas a interferir con los procesos de readaptación que buscas al entrenar.
Y luego disfruta una cerveza con tus amigos, celebra, comparte y vive tu tercer tiempo. Siempre con moderación! Recuerda que el consumo elevado de alcohol tiene efectos perjudiciales no sólo para el deporte. Pero como en todo, la clave es el equilibrio y una cerveza ocasional después de hacer deporte no te hará daño para celebrar, pasar penas o simplemente disfrutar.
Escrito por: Pepa Canales, trail runner y periodista