Existen enfermedades o condiciones que no permiten consumir ciertos componentes con los que se producen estos productos. Por lo tanto, no todas las personas son aptas para consumir cualquier suplemento alimenticio. Lo bueno es que hay múltiples mezclas y siempre habrá alternativas por las que puedes optar.
Como te contamos en el blog “Conoce las diferencias entre un medicamento y un suplemento alimenticio”, estos últimos están elaborados para complementar la dieta con un objetivo saludable. Sin embargo, hay casos en los que este fin no se cumple, ya que ingerir determinados ingredientes puede resultar negativo para la salud.
A grandes rasgos, toda persona mayor de 15 años relativamente sana puede consumir un suplementos alimenticio. No es el caso de los diabéticos, intolerantes a la lactosa, hipertensos, entre otros. Estos grupos deben tener mucho cuidado con los ingredientes de cada mezcla.
¿Cuáles son los componentes con los que deben tener cuidado? Acá te damos algunos de los ejemplos más comunes.
Hipertensos
La hipertensión arterial es una enfermedad que se produce por el aumento de presión que genera la sangre sobre las arterias. Esto puede desencadenar complicaciones graves como infarto de corazón, accidente cerebrovascular, etc.
Diversos estudios han demostrado que la cafeína puede agudizar esta condición. Por lo tanto los hipertensos no deben consumir cafeína. La explicación sería que este ingrediente puede aumentar los niveles plasmáticos de hormonas como la adrenalina, noradrenalina y el cortisol. La cafeína estimula su secreción, por lo que podría generarse un efecto hipertensivo.
Celíacos
La enfermedad celíaca es una reacción inmunológica contra el gluten. En otras palabras, es la incapacidad de procesar esta proteína. Como no tiene tratamiento con medicamentos, la única solución es eliminar este ingrediente de por vida, para así mantener el intestino sano.
Por eso, los celíacos no pueden consumir ningún producto que contenga gluten. Este puede estar presente dentro de los ingredientes, como excipientes o, incluso, ser producido en maquinaria que procesa trigo, avena, cebada y centeno; por lo que se pueden ver afectados por contaminación cruzada.
Intolerantes a la lactosa
La intolerenacia a la lactosa es la incapacidad para digerir este componente, un tipo de azúcar que se encuentra en la leche y otros lácteos. Se produce cuando el intestino delgado no produce suficiente enzima lactasa.
Esto provoca molestias gastrointestinales que van desde náuseas y flatulencia, a la diarrea. Existen suplementos que contienen ingredientes derivados de la leche que obviamente no pueden ser consumidos por intolerantes a la lactosa.
Personas con alteración de la tiroides
Quienes presentan enfermedades a la glándula tiroidea no pueden consumir suplementos que contengan tirosina. Se trata de un aminoácido no esencial, es decir, que nuestro propio cuerpo puede producirlo. Recordemos que los aminoácidos ayudan a generar las proteínas en el organismo.
En términos concretos, su consumo ayuda a mejorar el rendimiento muscular y evitar la fatiga, entre otros beneficios.
Diabéticos
No pueden consumir productos con azúcar como algunas barritas proteicas y tampoco pueden consumir poroto blanco. Como te contamos en el blog “7 preguntas sobre los suplementos para disminuir la grasa corporal”, el poroto blanco bloquea la absorción de carbohidratos provenientes de los alimentos en cierto porcentaje.