Estudios recientes indican que el consumo de ácidos grasos Omega 3 (EPA y DHA) – que comúnmente se encuentran en los pescados grasos y los suplementos de aceite de pescado – es tan eficaz en la reducción de la presión arterial, como el aumento de la actividad física, la restricción del consumo de alcohol y la disminución la ingesta de sodio.
Los hallazgos, publicados por el American Journal of Hypertension, poseen buenas noticias, especialmente para aproximadamente el 30% de la población chilena que tiene hipertensión.
Los resultados de este estudio indican que la ingesta de EPA y DHA reducen el riesgo de eventos cardiovasculares. Este meta-análisis exhaustivo, examinó 70 ensayos controlados aleatorios, realizados en relación con los adultos que recibieron Omega 3 (EPA y DHA) de pescados y mariscos, alimentos fortificados o suplementos dietéticos.
El estudio incluyó ensayos con sujetos con presión arterial normal y aquellos con hipertensión, pero que no tomaban medicamentos para bajar la presión arterial. Los efectos más significativos se observaron en pacientes con presión arterial elevada. El descenso medio de la sistólica (PAS) fue de 4,51 mm Hg y la presión arterial diastólica (PAD) se redujo en un promedio 3,05 mm Hg.
Otras observaciones:
- Una disminución promedio de la PAS de 1,52 mm Hg y en la PAD de 0,99 mm Hg entre todos los sujetos.
- Una caída en la PAS en un promedio de 1,25 mm Hg y en la PAD en 0,62 mm Hg en sujetos normotensos.
- Una disminución media de la PAS de 1,75 mm Hg y en PAD de 1,11 mm Hg entre aquellos sujetos que tomaron suplementos de EPA y DHA, como aceites de pescado, sin importar el estado de la presión arterial.
Los hallazgos se hicieron aún más evidentes al comparar las reducciones logradas a través de cambios de estilo de vida recomendados, como se indica en la siguiente tabla en comparación con los beneficios obtenidos con la ingesta de Omega 3.
Intervención en el estilo de vida |
Reducción de la presión arterial |
Consumo de omega-3 |
4.51 mm Hg |
Reducción de sodio en la dieta |
3.6 mm Hg |
Aumento de la actividad física |
4.6 mm Hg |
Reducción del consumo de alcohol |
3.8 mm Hg |
Pequeños pasos, resultados significativos
“Al medir la presión arterial, incluso reducciones pequeñas pueden tener un impacto clínico significativo”, señala Dominik D. Alexander, PhD, MSPH, autor principal del estudio.
Cada 2 mm Hg de reducción, disminuye el riesgo de mortalidad por accidente cerebrovascular en un 6%, el de muerte coronaria en un 4% y la mortalidad en general en un 3%.
Una disminución de la PAS de 1,25 mm de Hg podría prevenir que una persona pre-hipertensiva se convierta en hipertensiva.
Una disminución de 4,51 mm Hg en la PAS entre las personas con presión arterial alta puede ayudar a un individuo a evitar tener que tomar medicamentos para controlar los niveles de presión arterial.
La suplementación periódica de Omega 3, acompañada de una alimentación balanceada y de actividad física controlada, puede ser una medida muy efectiva en la prevención de las distintas enfermedades cardiovasculares.