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Mucho hemos leído o escuchado sobre el consumo de vitaminas y minerales para la mejora de nuestra salud o la prevención de enfermedades a largo plazo. Hoy queremos contarte como el consumo de suplementos forman parte de una buena rutina de autocuidado y porque tener un autocuidado adecuado es la clave para mantener nuestra salud.
¿Qué es el autocuidado?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el autocuidado como “la capacidad de las personas, familias y comunidades para promover la salud, prevenir enfermedades, mantenerse saludables y hacer frente a la enfermedad o discapacidad con o sin el apoyo de la atención médica.”
¿Cómo lograrlo?
Comprométete
Cuéntale a una persona que estás empezando un nuevo capítulo de tu vida, que te vas a cuidar en formas pequeñas y grandes, y pídele a esa persona que te ayude a mantenerte positiva, que te diga cuando necesitas cuidarte, y que te recuerde el compromiso que estás haciendo contigo misma
¿Qué vitaminas y minerales nos ayudan a prevenir enfermedades?
Vitamina D
La vitamina D es una vitamina liposoluble, considerada una proto hormona, es decir, un precursor de una hormona de variados efectos en diferentes tejidos del organismo humano (1,25-dihidroxi vitamina D o Calcitriol). Sus efectos más antiguamente conocidos son favorecer la mineralización ósea, y la absorción intestinal de calcio y fosfatos. Conocimientos posteriores evidenciaron efectos extraóseos.
Niveles adecuados de vitamina D se relacionan con longevidad y mejor calidad de vida, su déficit se asocia a muchas dolencias en diferentes tejidos: cardiovascular, neurológico, musculoesquelético, enfermedades autoinmunes, infecciosas, cáncer (mama, colon), entre otras.
Puedes encontrar en suplementos vitamina D3 para consumo diario desde 400UI hasta 800 UI, ideales para evitar una deficiencia, por el contrario, si ya tienes una deficiencia diagnosticada se recomienda siempre consultar con el médico o nutricionista para seguir otros protocolos de suplementación que puedan revertir esta deficiencia y luego seguir con una dosis de mantenimiento.
Omega 3
Los ácidos grasos omega 3 pertenecen a la familia de los ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga, de los cuales forman parte: ácido alfa- linolénico (ALA), ácido eicosapentanoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA).
La importancia que tienen estos ácidos grasos poliinsaturados y el por qué son llamados esenciales, es producto de la incapacidad que tiene el cuerpo humano para poder sintetizarlos, por lo cual debemos obtenerlos de la dieta, y por las funciones vitales que realizan en el organismo.
Las principales fuentes alimenticias de EPA y DHA son los pescados y mariscos, especialmente el pescado graso o pescado azul, aunque debe tenerse en cuenta que el contenido de omega-3 varía según la especie y puede verse influido por la dieta del pescado, ya sea capturado en la naturaleza o de criadero.
Se ha descubierto que el EPA y DHA producen respuestas tanto vaso protectoras como cardio protectoras, ayudando a modular beneficiosamente una serie de factores de riesgo conocidos de ECV, como los lípidos en sangre, la presión arterial, la frecuencia cardiaca, la agregación plaquetaria, la función endotelial y la inflamación.
En cuanto al uso de suplementación, se ha descrito que la ingesta de alrededor de 1 g/día de ácidos grasos omega-3 puede llegar a disminuir el riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular y de infarto de miocardio en población general y personas con diabetes. Y un estudio reciente, describió el uso de 4 g/día de EPA como un complemento eficaz para el tratamiento cardiovascular en personas con triglicéridos altos que toman estatinas.
Magnesio
El magnesio es el cuarto mineral más abundante de nuestro organismo y es esencial para ciertos procesos fisiológicos, participa en el metabolismo de los componentes de los alimentos, en la transformación de los nutrientes complejos en sus unidades elementales y en la síntesis de numerosos productos orgánicos, además interviene en más de 300 reacciones químicas, por lo tanto es uno de los micronutrientes que debe estar presente en nuestra dieta para mantenernos sanos.
Este micronutriente se encuentra almacenado básicamente en el hueso, en los compartimentos intracelulares del músculo y los tejidos blandos. Es importante para el funcionamiento de los músculos, el sistema nervioso, la presión sanguínea y los niveles de azúcar en sangre.
Además, ayuda a sintetizar algunas sustancias en nuestro organismo como ADN y proteínas. También se ha visto relacionado que su consumo ayuda a la inhibición de la formación de cálculos renales mediante la formación de complejos con oxalato y fosfato.
Suplementar el magnesio es una excelente alternativa de autocuidado, ya que ayuda a mantener nuestros huesos, músculos y ayuda a realizar muchas reacciones en nuestro organismo para mantenernos sanos. Puedes encontrar magnesio de alta absorción desde los 200mg por porción para evitar cualquier deficiencia.
Ahora que ya conoces que el consumo de suplementos está relacionado con un adecuado autocuidado, que estás esperando para incorporar algunas alternativas en tu vida diaria.
