En estos días donde nuestro sistema inmune puede ser víctima de un virus contagioso, es más importante que nunca fortalecerlo. Y qué mejor manera de hacerlo que preocupándonos por nuestra nutrición.
¿Influye la alimentación en el sistema inmunológico?
El estrés prolongado, dietas inadecuadas, cambios bruscos de temperatura o el descanso insuficiente causan que el organismo se resienta y desciendan nuestras defensas. Existen diversos signos y síntomas que delatan el estado débil de tus defensas.
El sistema inmunológico es el encargado de defendernos de las múltiples agresiones externas (infecciones por bacterias, virus, hongos o cualquier otra sustancia extraña) y está directamente relacionado y depende de una adecuada alimentación y nutrición.
¿En qué consiste nutrir tu organismo?
El nutriente es un componente presente en los alimentos y es utilizado para obtener energía, reparar tejidos o para regular diferentes procesos metabólicos; el inmunonutriente, además de proporcionar los beneficios anteriormente señalados, es capaz de influir en el sistema inmunitario.
La ingesta energética tiene influencia en la actividad inmunológica, tanto por exceso como por defecto de calorías. El aporte excesivo de energía puede afectar la capacidad de nuestro sistema inmune para combatir infecciones, motivo por el cual la obesidad está ligada a una mayor incidencia de enfermedades infecciosas.
También las personas desnutridas presentan un mayor riesgo de contraer infecciones, al igual que quienes siguen dietas hipocalóricas desequilibradas, ya que éstas pueden disminuir la función inmunológica.
La mantención del sistema inmunológica requiere, además, un consumo constante de vitaminas y minerales. Hemos de asegurarnos que seguimos una dieta equilibrada que incluya variedad y cantidad adecuada de alimentos.
Algunos de los nutrientes directamente relacionados con el sistema inmunológico:
- VITAMINA C: aumenta la producción de sustancias celulares que impiden a una amplia gama de virus provocar infecciones, además esta vitamina es necesaria para formar colágeno, un componente esencial de la membrana celular, por lo que la vitamina C contribuye al mantenimiento de las barreras naturales contra las infecciones.
- VITAMINA A: presenta un papel esencial en el mantenimiento de la integridad de la superficie de la mucosa (barreras naturales contra la infecciones).
- VITAMINAS DEL COMPLEJO B: se han descrito alteraciones del sistema inmune asociadas al déficit de vitaminas de éste grupo, como por ejemplo: carencia de ácido fólico (vitamina B9) que altera la respuesta de algunos linfocitos, resultado en una disminución de anticuerpos (sustancia que luchan contra los gérmenes y tóxicos).
Algunas recomendaciones para potenciar nuestras defensas
- Sigue una dieta variedad, basada en alimentos frescos.
- Duerme al menos 8 horas, para favorecer el correcto funcionamiento de nuestro sistema de defensa.
- Realiza la forma regular actividad física, caminatas de paso ligero a moderado, aproximadamente de 30 minutos diarios.
- Lleva un ritmo de vida más relajado y evita el estrés, unos de los principales enemigos de nuestro sistema inmune.
Cuando nuestra dieta no es equilibrada, podemos recurrir a complementos dietéticos, teniendo en cuenta que al mismo tiempo debemos mejorar paulatinamente nuestros hábitos alimentarios.