Mucho se habla de cómo el estrés, la mala alimentación, el tabaco, el alcohol y la falta de ejercicio dañan nuestro ADN celular acelerando el envejecimiento, pero ¿sabias que la contaminación ambiental también es un factor de envejecimiento celular prematuro?
En invierno, debido a la menor exposición de luz solar, a los cambios de temperatura y a la contaminación, se produce un mayor incremento en el desarrollo de radicales libres y por eso es fundamental tener una buena ingesta de antioxidantes para combatirlos de mejor manera.
Invierno y contaminación
Debido a las características geográficas de la Región Metropolitana desde el inicio del otoño hasta el final del invierno, aumentan los niveles de contaminación, ya que los cordones montañosos que nos rodean impiden la buena ventilación. Al estar en contacto con esta capa de aire y respirarla, se producen radicales libres y por consecuencia un estrés oxidativo.
¿Qué son los radicales libres?
Son moléculas inestables que el cuerpo genera como consecuencia frente las presiones del medio ambiente, la contaminación y los estilos de vida poco saludables.
Por ejemplo, una dieta inadecuada genera más radicales libres, ya que los alimentos ultra procesados liberan más desechos con los que el organismo debe lidiar. Si nuestro organismo tiene un exceso de radicales libres y no recibe la suficiente ayuda para poder eliminarlos, es decir, la ingesta de frutas y verduras es baja, y no existe una adecuada suplementación, tendrá problemas para poder procesar y eliminar los radicales libres y es probable que sufra un estrés oxidativo, este entorno promueve un organismo inflamado y lo predispone a sufrir enfermedades crónicas no trasmisibles, enfermedades degenerativas y enfermedades autoinmunes.
¿Qué son los antioxidantes?
Son sustancias naturales presentes principalmente en alimentos de origen vegetal, como frutas y verduras frescas, semillas, frutos secos, algas, hongos, cereales integrales. También es posible encontrarlos creados por el ser humano para incluirse en alimentos, cosméticos y suplementos nutricionales. Tienen la función de prevenir y/o retrasar algunos tipos de daños a las células.
Incluye estos 3 potentes antioxidantes en tu suplementación:
Se destaca como uno de los principales nutrientes con efecto antioxidante, ya que protege a las células del daño provocado por los radicales libres, es importante que incluyas en tu dieta diaria alimentos fuente de esta vitamina, como: fresas, moras y berries, kiwi, limón, naranja, mango, piña, pimentón, tomate, verduras de hoja verde, repollo, coliflor, brócoli. La vitamina C, además actúa como cofactor en varias reacciones bioquímicas del organismo, como la producción de colágeno, la cicatrización de las heridas y la absorción del hierro. Asimismo, es imprescindible para el funcionamiento del sistema inmune, ya que estimula la producción y la actividad de los anticuerpos.
Es un nutriente importante para la visión, el sistema circulatorio, el cerebro, la piel y la salud reproductiva. Su rol antioxidante se ha utilizado como complemento en enfermedades cardíacas, en el cáncer de próstata, en problemas hepáticos, en Alzheimer y otras patologías degenerativas. Se encuentra principalmente en aceites de semillas prensadas en frío, palta, arroz integral, germen de trigo y de maíz, almendras, avellanas, poroto de soya, nueces.
También conocida como ubiquinona, esta sustancia puede ser sintetizada por nuestro organismo a partir de la alimentación, sin embargo, la capacidad de generarla va disminuyendo con los años y es recomendable incluirla en el esquema de suplementación.